
Artículo publicado en el Periódico El Economista en Octubre del 2009
La integración al mundo laboral de un egresado no comienza cuando el estudiante sale de la carrera que eligió estudiar, se da desde el primer momento en que empieza a tener una relación de trabajo, donde hay un jefe o patrón y un empleado o colaborador, lo cual se pudo obtener desde que la persona estaba estudiando la preparatoria o durante la carrera.
Independientemente de la profesión o carrera estudiada, siempre van a vivir o convivir en una relación de trabajo; en un doble rol, pues van a tener un jefe a quien le reportan, pero también pueden tener colaboradores que les reporten.
Todas estas experiencias se podrían convertir en aprendizajes para el mañana, para cuando ellos o ellas asuman un rol como jefes.
Platicando con mi hija recientemente, me comentaba de situaciones para ella inadecuadas sobre el trato y liderazgo de su jefe. Tenía razón en algunos de los puntos y le pregunté: cuando tú seas la jefa, ¿qué harías diferente?, ¿qué estás aprendiendo de esta experiencia? Es muy fácil que en un futuro tú estés haciendo exactamente lo mismo.
Es de relevancia por lo tanto, que antes de que terminen sus estudios profesionales, los jóvenes generen experiencia laboral. Si se puede en algo relacionado con su carrera, pues qué mejor, pero ayuda el trabajar incluso en otras áreas de trabajo.
Conseguir trabajo probablemente sea otro tema, en países como Canadá es común y se facilita que el estudiante pueda trabajar mientras estudia o durante las vacaciones de verano. Lo pueden llegar a hacer por horas y de acuerdo con la prioridad de su agenda escolar; pero no así en México, donde hay personas que llegan a tener su primera interacción laboral precisamente cuando ya son egresados o, en el mejor de los casos, cuando tienen la suerte de conseguir trabajos de verano o como becarios.
También es importante que tengan la posibilidad de ser entrenados en temas de liderazgo y de la gestión de recursos humanos. Hay que considerar que la principal necesidad organizacional que tiene cualquier tipo de empresa es la relacionada con el liderazgo, el manejo o gestión del personal.
La realidad es que muchas licenciaturas ni siquiera contemplan una preparación adecuada para el tema de liderazgo y esto llega a ser paradójico, pues podrán ser muy buenos técnicos o especialistas en sus disciplinas, pero sin la habilidad de dirigir el comportamiento de otros hacia un resultado establecido. Al final del día, esos licenciados, ingenieros y médicos, para poder realizar su trabajo, lo tendrán que realizar “a través de otros”.
Es por eso que hay compañías como Microsoft y Bimbo que, conscientes de la carencia de liderazgo y de la gestión del recurso humano en la actualidad, integran sus recién contratados -al momento o antes de que tengan responsabilidad sobre un grupo de trabajo- a entrenamientos para que aprendanla habilidad del liderazgo.
Pablo Santa María es consultor sobre temas relacionados con liderazgo y desarrollo organizacional y publicó el libro titulado Procesos Humanos en los Negocios con la Editorial Pearson Prentice Hall en Noviembre del 2008.